UN POQUITO DE NUESTRA HISTORIA


Las últimas décadas del siglo XX estuvieron marcadas por una vertiginosa
evolución de la realidad social, política, económica y religiosa donde la familia
fue una de las instituciones que más cambios y desprotección sufrió.
En este ámbito nuestra fundadora siente la llamada del Señor a consagrarse a
Él mediante la creación de Hogares con un ambiente lo más parecido a una
familia, atendiendo a los niños y jóvenes más necesitados en todas sus
dimensiones, y desde donde también se desarrollase la pastoral familiar.
El Hogar de Nazaret fue fundado en Córdoba, recibiendo la primera
aprobación eclesiástica de manos de Mons. José Mª Cirarda el 3 de junio de 1978. Escribe así nuestra madre:

“La fundación de esta primera casa dio comienzo con la visita que hice a
Córdoba el 28 de febrero de 1976” (Mª del Prado Almagro, Historia de los
primeros Hogares, pág. 8)
Al mismo tiempo Prado, con la salud muy delicada, y acompañada por Angelita
Ponce, abría el primer Hogar de Málaga: 
“El 7 de junio quedó abierto el Hogar acogiendo como primeros niños de la
Obra “Hogar de Nazaret” a las tres hermanitas: Lourdes, Rosa María y Mónica
de 10, 8 y 4 años respectivamente” (Mª del Prado Almagro, Historia de los
primeros Hogares, pág. 10 vto.)
El 8 de diciembre de 1978, en la capilla de las Obreras del Corazón de Jesús,
en la calle Martínez Rücker, de Córdoba, se consagraron las primeras nueve
hermanas, encabezadas por Mª del Prado. Presidió la consagración D. Gaspar
Bustos Álvarez, que desde entonces, y hasta 2022, fue Asesor Espiritual del
Hogar de Nazaret.
Así, con este ramillete de hermanas, el Hogar de Nazaret se iría extendiendo
por España: Chiclana (1977), Granada (1978), Jaén (1979), Sevilla (1979),
Madrid (1981), … Y, también en Ecuador (1990), donde dada la necesidad de
tantos niños abandonados se abrió, no sólo un hogar, sino un Colegio que hoy
alberga a más de 400 alumnos.
Pocos años más tarde aparecieron los primeros hermanos, que tuvieron casa
en Málaga:
“Por fin, el 25 de mayo de 1981 se abrió la casa en el barrio Nuevo San
Andrés, en Málaga” (Mª del Prado Almagro, Historia de los primeros Hogares,
pág. 26)
Mientras se consolidaban los Hogares, Prado continuó haciendo el apostolado
que nunca había dejado: la formación cristiana de madres de familia. De este
modo comenzó a dar forma a lo que hoy conocemos como el Movimiento de
Madres de Nazaret, al que siguió el de Matrimonios, el de jóvenes, y, por
último, el de padres. De estos grupos de formación surgieron los primeros miembros asociados, en Chiclana, en el año 2011. Hoy hay más de 70 miembros asociados en España y en Ecuador.

De la rama masculina de hermanos consagrados también surgieron los
sacerdotes, siendo el primer hermano ordenado en 1998, aunque el
sacerdocio como tal no fue aprobado en la Obra hasta 2009.
Tanto los miembros consagrados como los asociados tenemos una máxima
evangélica que nuestra fundadora nos dejó gravada en el corazón:
“Si el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho fruto» (Jn 12,24).
Además, aunque desde 1976 hasta hoy los tiempos han cambiado mucho,
desde cada Hogar trabajamos por cumplir el deseo de Jesús de que los niños
fueran acogidos como si fueran Él mismo: “Quien acoge a un niño en mi
nombre, me acoge a mí” (Mc 9, 30-37).
En el modo de acogida familiar que tienen los Hogares Mª del Prado fue
pionera y se adelantó a una modalidad que 40 años después está establecida
en todos las casas de acogida de España, religiosas o públicas.